De regreso de mi primer viaje a Israel. Fue tan solo una semana, asi que mi experiencia se ha limitado a visitar a unos amigos, ver el casco historico de Nevé Tzedek y Jaffa ademas de disfrutar de sus playas con agua cristalina por el dia y de sus esplendidas terrazas y gastronomia por la noche. Jerusalem y otras poblaciones preferi dejarlas para proximas visitas, ya que no me gustan las vacaciones de las que regresas mas cansado que cuando partiste. Ante todo mucha calma.
Sali del aeropuerto neoryorkino de Newark hacia el aeropuerto Ben Gurion en un avion de las El Al (Israel Airlines). Un vuelo de 10 horas y media. Puedo decir que es una de las lineas mas seguras que he visto.
Antes de subir al avion en el aeropuerto de Newark, los trabajadores de El Al entrevistan a cada uno de los pasajeros con el protocolo y las preguntas de seguridad habituales con la cortesia oportuna. Despues de la entrevista tuve que esperar unos minutos en un rincon a que verificaran todos mis datos (quiza porque mi pasaporte es de uno de los paises mas antisemita de Europa, Spain?)
En el avion habia un poco de todo. Rabinos, judios ultra ortodoxos con poca educacion (y que ni los mismos israelies tragan como ya comprobaria en Tel Aviv), alumnos de escuelas publicas americanas de vacaciones, pero bueno, nada que resaltar que no pueda tener otro vuelo. Buen trato y algunas turbulencias...
Una vez en Tel Aviv a eso de las 7am hora local, el aeropuerto Ben Gurion.
Este aeropuerto destaca por luminosidad y moderno diseño donde en el centro del mismo se situan todas las tiendas y cafeterias alrededor de una fuente de agua que se situa justo debajo de una enorme claraboya que hay en el techo.
Nuestros amigos nos esperaban y cogimos un taxi hacia Tel Aviv. El taxista, un hombre de unos 60 años simpatico y campechano. En el trayecto en taxi desde el aeropuerto tuve la sensacion de ir por cualquier carretera de la costa valenciana. A primera vista las mismas flores, vegetacion y los mismos problemas de trafico (era lunes en hora punta de la manana). Grandes carteles de anuncios publicitarios de todo tipo como en cualquier ciudad occidental y los tendidos electricos bastante caoticos.
Eso si, Te Aviv es muy verde con muchos arboles y vegetacion. Tengo que decir que es una ciudad arquitectonicamente muy caotica, aunque por las obras que vi parece que estan remodelando algunas zonas.
Una vez instalados en casa de mis amigos en la avenida Ben Yehuda esquina Sderot Nordau (y despues de la ducha de rigor) nos fuimos solos mi esposa y yo (ya que mis amigos tenian que ir a trabajar) por Sderot Nordau (que es una bonita rambla que da al mar).
Una vez cruzado el parque Gan HaAtsmaut pusimos nuestras toallas delante de un Chill Out estilo Ibiza justo enfrente del agua, que por cierto es muy limpia. Pero antes de llegar al Chill Out que esta situado en una pequeña playa con forma de concha (al estilo de San Sebastian pero en pequeno), uno puede ver una muestra de la diversidad de la sociedad israeli. Concepto que choca con la propaganda antisemita de que Israel es un estado "genocida" que promueve el "apartheid" y bla, bla, bla. Por ejemplo, la playa que comento esta repartida de la siguiente forma:
Hacia el norte un chiringuito tipico como los de cualquier playa española con sus tumbonas. A unos metros hacia el sur la zona para religiosos, donde las mujeres estan separados de los hombres, y la siguente zona separada por una especie de paneles que avanzan unos metros hacia el agua, es la playa para los gays y al lado de esta estabamos nosotros tomando un mojito y viendo el panorama. O sea en Israel cada uno tiene su espacio y la libertad suficiente para disfrutarlo. A todo esto, te das cuenta de que el deporte favorito en las playas de Israel es el Ping-Pong.
Ya a media tarde nos dirigimos mas al sur por La Marina (paseo maritimo), una zona de ocio turistico playero como cualquier otra con hoteles de horrible diseño y los tipicos comercios y restaurantes, regentados por cristianos, musulmanes, judios y ateos en una muestra mas del "apartheid israeli" (mode ironic off).
Llegando la noche y con un clima perfecto para caminar (ni frio ni calor) paramos en una de las numerosas terrazas que hay en toda la ciudad, concretamente cerca del ayuntamiento, donde cenamos en un restaurante regentado por judios marroquies y del que ni yo ni mi esposa recordamos el nombre. Eso si la comida buenisima: Cuscus con cordero, Hummus y Ensalada de arroz con lentejas regado con cerveza israeli marca "Goldstar". Despues regresamos por la avenida Ben Yehuda mientras nos comiamos un "cupcake" camino de nuestros "aposentos". Tel Aviv esta plagada de locales de helados y dulces de pasteleria!
continuara...
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